¿Cómo vivir más conscientes?
Tener una vida consciente, nos va a ayudar a vivir con más propósito, de manera significativa, desde el disfrute, el amor y la calma.
Según el diccionario de la Real Academia Española, la palabra consciente: significa; dicho de una persona, que tiene conocimiento de algo o se da cuenta de ello, especialmente de los propios actos y sus consecuencias, y estoy de acuerdo pero como siempre aquí vamos a ir un poco más profundo y vamos a verla desde un punto de vista espiritual, bueno, desde mi punto de vista espiritual, ya que es importante que cada una se cree su propio concepto de vida consciente, pues todas somos únicas y tenemos diferentes necesidades y formas de ver la vida.
Entonces, vamos a ver la palabra consciente como un estilo de vida: en el que tratamos de vivir constantemente el momento presente, dándonos cuenta de lo realmente está sucediendo (no lo que creemos ver desde nuestra mente), haciendo las cosas con intención, poniendo nuestra energía en lo que hacemos, ya que de esta manera vamos a poder escuchar mejor lo que realmente deseamos (lo que nos dice nuestra intuición, nuestro corazón), así como la razón por la cual actuamos de cierta manera (por nuestros miedos, deseos) y también vamos a poder ser más responsables de nuestros actos, pues podremos ver, que cada decisión que tomemos va a tener una consecuencia.
Resalto que antes dije; “tratamos” porque vivir conscientemente todo el tiempo, es algo que cuesta bastante, bueno a mí personalmente me cuesta, ya que culturalmente estamos enseñadas a vivir en piloto automático, y esto lo digo por experiencia propia, pues siempre estaba pensando en una cosa mientras hacía otra y después no podía recordar si me había tomado la medicina, o que era lo que tenía que hacer, hasta llegue a pensar que estaba perdiendo la memoria.
El estar conscientes, nos va a ayudar a aceptarnos y a valorarnos más, a apreciar lo que tenemos, (nuestra vida, familia, salud, abundancia) y a enfocarnos menos en lo que carecemos. Recordemos que la carencia es una energía que solo atrae más de lo mismo.
En el momento que dejamos la queja y empezamos a tomar acción por lo que queremos, se nos abren más puertas, el universo, la divinidad nos apoya, vemos sincronicidades en todas partes; justo aparece la persona que necesitamos, conocemos a una persona especial, nos llega un dinero inesperado, nos sale una oferta laboral, ocurren verdaderos milagros porque vemos más allá de nuestros ojos, nos abrimos a las oportunidades, dejamos espacio para ellas.
Llevar una vida consciente, nos da el poder para controlar nuestra vida, no lo que sucede en el exterior, pero si, como reaccionamos frente a lo que nos sucede, que decisiones tomamos, desde que espacio, si desde el amor, el miedo, la ira...
A comprender, que las situaciones más difíciles que vivimos son las que más luz y amor aportan a nuestra vida, aunque en ese momento sea difícil verlo, y que hay una fuerza más grande que nosotros que nos apoya en todo momento.
Así mismo nos permite tomar decisiones más acertadas, basadas en lo que realmente deseamos nosotras y no en lo que la sociedad, los demás espera de nosotras. Y esto nos ayuda a ser más fieles a nosotras mismas, a nuestras necesidades, a nuestros ciclos, a respetar nuestro cuerpo, a trabajar en lo que deseamos, en lo que nos haga feliz y no en lo que socialmente es bien reconocido y a aprender a decir no, sin sentirnos culpables. En pocas palabras, a ser más honestas con nosotras mismas y a enfocarnos en cumplir los verdaderos anhelos de nuestra alma, en nuestra paz y amor interior, porque de esta manera podremos dar lo mejor de nosotras a los demás, nutrirnos para nutrir.
Si te gustaría empezar un proceso de autoconocimiento, de amor y confianza en ti misma para empezar a co-crear la vida que realmente anhelas, te invito a que reserves una sesión de coaching gratuita conmigo, para conocernos y explicarte que beneficios tiene para ti el programa, aquí.
Al comprender que todos somos diferentes, que vemos la vida según nuestras experiencias, miedos, necesidades, nos damos cuenta de que la vida no es una competencia, en la que nos debemos comparar, sino una experiencia individual, que va más allá de nacer, crecer, estudiar, trabajar, acumular riqueza y alcanzar el éxito, que no somos lo que hacemos, lo que tenemos, lo que estudiamos, que no estamos separadas de lo que deseamos y que somos una con el todo, con Dios, con la madre tierra, y que por tanto debemos cuidarla, amarla, reciclar, re-usar, no comprar cosas innecesarias, para preservarla y dejar de contaminar tanto.
También nos ayuda a darnos cuenta de que lo mejor que podemos hacer por nosotras mismas, es honrar el momento en el que nos encontramos, todo lo vivido, nuestro camino, porque es lo que nos hace ser las mujeres que somos, al igual que hablarnos con amor, porque las palabras nos ayudan a co-crear nuestra realidad. Nunca es tarde para volver a empezar, e ir a por nuestros sueños. Yo misma empecé a ir a por mi sueño de ayudar a otras mujeres a vivir una vida más consciente con 38 años y es perfecto, porque antes no estaba preparada para hacerlo, es más no tenía claro cuáles eran mis verdaderos sueños, a ver si tenía claro que deseaba ver a mis hijas crecer, ser feliz, pero estaba buscando esa felicidad en el exterior y no en mi interior. Lo que quiero decir con esto, es que no importa la edad, si tienes hijos, cuál es tu pasado, en qué situación te encuentras, o lo que los demás piensen, siempre tenemos la posibilidad de hacer las cosas de manera diferente, de hacerlo a nuestra manera, para sentirnos mejor con nosotras mismas.
¿Cómo podemos vivir más conscientes?
No soy una experta, pues llevar una vida consciente requiere tiempo, no es algo que puedas hacer de la noche a la mañana, por lo menos no es mi caso, pero puedo decir que mi vida ha cambiado radicalmente, desde que empecé a usar las siguientes herramientas:
El mindfulness, tratando de vivir con atención plena el momento presente. Tengo un episodio en el podcast dedicado al mindfulness, con varios ejercicios que te pueden ayudar.
Dejar de estar en piloto automático, haciendo una cosa a la vez, tratando de dejar el multitasking.
Conectando con mi respiración durante el día, haciendo respiraciones conscientes, para ayudarme a volver al momento presente y a la calma.
Chequeando mi cuerpo, preguntándome cómo me siento, y notando las sensaciones que tengo. Recuerda que el cuerpo nos habla y no miente, la mente sí. Preguntándome ¿Qué significa esa sensación, por ejemplo, en mi pecho? ¿Por qué me siento así? Cuánto más conectes con tu cuerpo mejor entenderás las señales que te está enviando. También es importante que te preguntes ¿qué necesito para sentirme mejor?
Hablándome más bonito, abrazándome y dándome las gracias cada vez que hago algo bueno por mí, como cuando termino de hacer yoga o de meditar, o cuando siento que me he fallado.
Sacando tiempo para mí, para ir a la playa a meditar, para hacer mis uñas o recibir un masaje.
Tratando de tener más compasión por mí, cuando siento que me he fallado.
Meditando o haciendo ejercicios de respiración conscientes por lo menos 10 minutos al día.
Haciendo yoga o bailando. Tú puedes hacer cualquier tipo de ejercicio o deporte que te haga sentir bien.
Practicando la escritura, especialmente cuando me siento cargada, que me noto baja de energía, pongo canciones con mantras de kundalini, ya que me ayudan a elevar mi energía y empiezo a escribir sin parar todo lo que siento, me hago preguntas y las respondo, hasta que me desahogo y me siento mejor. Tú puedes hacer lo mismo o escribir cosas por las que estes agradecida, sobre tus emociones, de cómo fue tu día, de cosas que te gustaron, o de los sueños que quieres alcanzar, dejándote llevar para que salga todo lo que está en tu inconsciente.
Cocinando con amor, con atención, para que mis comidas queden impregnadas de esa bella energía, cuando noto que me siento estresada porque voy con el tiempo justo, paro y trato de relajarme respirando y después se me olvida, me vuelvo a alterar (jajaja...) y entonces vuelvo a tratar de relajarme, es todo un proceso.
Trato de comer sano y de manera consciente, de saborear las comidas y de tener gratitud por tenerlas en mi mesa. También me doy caprichos, no se trata de estar obsesionada con los alimentos, sino de tratar de llevar un equilibrio.
Sacando tiempo para conectar con la madre tierra, para recibir su bella energía y reciclando lo mejor que puedo.
Tomando acción para cumplir mis sueños, haciendo cursos, estudiando, saliendo de mi zona de confort, grabando episodios para mi podcast, dando lo mejor de mí en mis servicios, y en los recursos gratuitos de mi web, siempre haciendo todo con mucho amor.
Tú puedes también puedes tomar acción de muchas maneras: puede ser que empieces un curso nuevo, que cambies de trabajo, que empieces un proceso de coaching, que empieces a meditar para que te ayude a tener más calma en tu día a día, o que empieces a aprender eso que siempre has querido pero que no te atreves porque te crees muy mayor para hacerlo o porque crees que no lo vas a poder conseguir, date un chance, puede que salga bien, y si no, no pasa nada, por lo menos lo intentaste y no te quedaste con la duda, ya encontrarás algo que realmente te llene, yo misma cambie tres veces de carrera hasta encontrar lo que realmente me apasiona, ser coach.
Quédate con la, o las herramientas que más resuenen contigo, y trata de practicarlas a diario para que te sea más fácil cumplirlas, y si te gustaría que te acompañará en este cambio de estilo de vida más consciente, te invito a que reserves una sesión gratuita conmigo para conocernos y comentarte como podemos trabajar juntas.
Por último, quería recordarte que es importante que aceptemos el momento en el que nos encontramos con amor y que, desde ese espacio, empecemos a hacer pequeños cambios, como conectar más con nuestra respiración, a incorporar diferentes hábitos que nos ayuden a vivir una vida más consciente. No se trata de llevar una vida perfecta, sino de tratar de encontrar un equilibrio para sentirnos mejor con nosotras mismas.
Deseo de todo corazón, que esta información te sea útil, si crees que le puede ayudar a alguien por favor te invito a que la compartas, porque compartiendo nos ayudamos mutuamente.
Te mando un fuerte abrazo de luz y amor
Pauli